Era el año de 1975. Un día como hoy, Juxtlahuaca y los pueblos aledaños vivieron una trágica pérdida tras la volcadura de un autobús de la línea Fletes y Pasajes, número 88, en el tramo carretero conocido como “El Espinazo del Diablo”, ahora llamado el Cerro de las Cruces.

Cincuenta personas perdieron la vida, dejando decenas de familias destrozadas ante la pérdida irreparable de sus seres queridos.

Personas fallecidas:

• Dionisia Ramos Chávez
• Edmundo Alberto Cruz Ramos
• Antonio Espinosa Gómez
• Julia Ramírez González
• Porfirio Espinosa Tello
• Matilde Ramón Esteves
• Ángel Reyes Varo

El vehículo, conducido por Serafín Zárate (alias “El Topo Gigio”), superaba su capacidad: pasajeros viajaban de pie o apiñados en los pasillos, una práctica habitual en la época.

El rescate y las cifras del dolor

El impacto partió la carrocería en dos, esparciendo hierros retorcidos, cuerpos y pertenencias. Autoridades, socorristas y voluntarios trabajaron hasta las 4:00 p.m. para rescatar a los heridos y recuperar los cadáveres. Según crónicas de la época, 44 personas fallecieron al instante, mientras que 16 más resultaron gravemente heridas, entre ellas Lucas García Valdés, Magnolia López Gracián y Salvador Sánchez Ocampo, hospitalizados en Huajuapan y Tonalá Cárdenas. Sin embargo, documentos conmemorativos elevan la cifra final a 50 muertos, recordando que muchos cuerpos quedaron irreconocibles entre los escombros.

Familias en duelo: el caso de los Cruz Ramos

La familia Cruz Ramos encarnó el dolor colectivo. Dionisia, matriarca del barrio Santo Domingo, y su joven hijo Edmundo fueron identificados entre los fallecidos. Su pérdida no solo dejó un vacío en su hogar, sino que simbolizó el luto de un pueblo entero.

Con el apoyo de José Romero y Pedro Romero, y con el profundo dolor que embargaba a Lito, quien perdió a su madre y a su hermano, se hicieron las cajas donde depositarían los restos.

Las víctimas fueron expuestas frente a la Presidencia Municipal para su reconocimiento, un acto que profundizó la angustia de deudos, como la muy conocida familia Espinosa Ramírez.

Memoria y fe: 50 años después

Este 18 de mayo de 2025, Santiago Juxtlahuaca conmemora el 50° aniversario luctuoso con una misa en el Curato Parroquial, donde se recordará a las víctimas con la plegaria:
“En tus manos, Señor, encomendamos sus almas; concédeles el descanso eterno”.

El Cerro de las Cruces, hoy marcado por cruces y flores, se erige como un monumento silencioso al dolor.

Juxtlahuaca guarda en su memoria colectiva los nombres, las historias y los sueños interrumpidos de aquel día.

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